Ruta Orígenes del Reino de Aragón

Aratorés local_hotel

Alojamiento

Aratorés es una pequeña población que se asienta sobre un llano, al pie de la sierra de los Ángeles y no lejos del río Aragón. Es uno de los pueblos del valle que mejor ha sabido conservar la arquitectura tradicional y el ambiente rural. Un paseo por sus tranquilas calles permite contemplar un buen muestrario de edificios de interés bien conservados o restaurados. Destaca la parroquia de San Juan Bautista, de origen románico (Siglo XII), ampliada y reformada en época barroca. Pero lo más conocido del templo es la lápida incrustada al exterior, junto a la portada, datada en el año 901 y procedente de una antigua ermita cercana al pueblo.

Borau local_hotel

Alojamiento

restaurant

Restaurante

Borau es una localidad situada a más de 1.000 metros de altitud y atravesada por el río Lubierre. Tiene categoría de villa, lo que habla de su importancia en el pasado como núcleo de población. Las huellas de ese esplendor están presentes en todo el casco urbano, en las fachadas de algunos de sus edificios y en la entidad de muchas de las casas, que han sido restauradas con un gusto exquisito.

Sus calles angostas, empedradas y llenas de detalles, su iglesia del siglo XVI vigilando desde lo alto de la localidad, los tejados de pizarra y losa, y las chimeneas pirenaicas, lo convierten en uno de los núcleos mejor conservados de la zona. Borau es también un excelente punto de partida para una estancia en el Pirineo. A escasos kilómetros de Jaca y de las estaciones de esquí de Astún, Candanchú y Le Somport, ofrece además una extensa red de senderos señalizados.

Ermita de San Adrián de Sasabe

Muy cerca de Borau está San Adrián de Sasabe, que fue uno de los monasterios más importantes de la Alta Edad Media. Actualmente sólo queda la preciosa iglesia románica como único vestigio del monasterio que allí existió. Primera sede episcopal aragonesa, se encuentra ubicado en la confluencia de dos barrancos, en un lugar extraño y poco propicio para levantar edificio alguno, por lo que alguna poderosa razón debió de mover a sus promotores para edificarlo precisamente allí.

Se trata de un templo románico (s. X) que al igual que la cercana ermita de Iguácel, combina los estilos del románico lombardo y jaqués, lo que apunta a las diferentes épocas de su edificación. Guarda buenos capiteles y algunas inscripciones de sumo interés y es uno de los monasterios más importantes de la historia de Aragón. Según la leyenda, este monasterio fue también una de las ubicaciones del Santo Grial en el Pirineo en su viaje a San Juan de la Peña y posteriormente a la Catedral de Valencia.

Aísa local_hotel

Alojamiento

restaurant

Restaurante

Aísa da nombre a uno de los valles más bellos y desconocidos del Pirineo aragonés. La localidad se halla situada a más de 1.000 metros de altitud al sur del pico de Aspe, uno de los paisajes más espectaculares del Pirineo.

En el extenso término municipal también está integrada la prestigiosa estación de esquí de Candanchú, la más veterana del país. El núcleo de Aísa destaca por el excelente estado de conservación de buena parte de sus casas y por las esmeradas rehabilitaciones que han logrado mantenerse fieles al inconfundible estilo de la arquitectura popular de montaña. Tejados de pizarra, bellas chimeneas y fachadas con la piedra cara vista se reproducen con agradable armonía a lo largo del casco urbano. Esta localidad, junto con Jasa, Aragüés del Puerto, Ansó, Hecho y La Canal de Berdún, conforman el Paisaje Protegido del Parque Natural de los Valles Occidentales.

Jasa local_hotel

Alojamiento

restaurant

Restaurante

El pequeño término municipal de Jasa se esconde en la orilla izquierda del valle del río Osia entre tierras de media montaña salpicadas de bosques. El casco urbano se asienta en el borde de una terraza dominando la desembocadura del barranco Larrigo.

La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción destaca en un conjunto de arquitectura tradicional montañesa. Dispersas por el término se encuentran algunas bordas, como la de Sandiniés, que completan el panorama de la arquitectura tradicional. Una red de senderos tradicionales y modernas pistas permiten acceder a cualquier rincón del término, destacando las preciosas panorámicas que se alcanzan desde lo alto de la sierra de Luesia, a cuya cima se puede acceder cómodamente por la carretera de Aisa. Parte de su término municipal está ocupado por el Parque Natural de los Valles Occidentales.

Hecho/Echo local_hotel

Alojamiento

Camping

local_gas_station

Gasolinera

restaurant

Restaurante

El Valle de Hecho/Val de Echo es uno de los parajes del Pirineo que merece la pena descubrir. Además de contar con una espléndida naturaleza, en la que aún se encuentran animales como el oso pardo o el quebrantahuesos, los habitantes han sabido conservar sus tradiciones y su cultura. La variedad de la lengua aragonesa, el cheso, es una de sus joyas. La Selva de Oza es uno de los más bellos rincones del Pirineo. Un precioso bosque mixto formado por abetos, pinos y hayas. Otros parajes singulares son el espectacular congosto de la Boca del Infierno, el valle de Guarrinza, tapizado de verdes prados.

La villa de Hecho/Echo, que da nombre al valle, destaca por su bien conservado conjunto urbano, famoso por su particular arquitectura tradicional. Pasear por sus calles significa descubrir una arquitectura de la piedra en la que puertas, muros, ventanas, balconadas y chimeneas adquieren personalidad propia. La iglesia de San Martín, de origen románico y desde la que se observa una bonita vista del casco urbano, el museo etnológico Casa Mazo, donde admirar los trajes tradicionales que los chesos vistieron orgullosos hasta las postrimerías del siglo XX, o el museo de escultura contemporánea al aire libre, componen un panorama suficientemente atractivo como para detenerse en este lugar.

Siresa local_hotel

Alojamiento

restaurant

Restaurante

A pocos kilómetros de Hecho/Echo sale a nuestro paso el imponente monasterio románico de San Pedro de Siresa (Siglo IX). Su origen carolingio atestigua la influencia del reino franco en los orígenes de Aragón. La actual iglesia parroquial es el único testimonio del conjunto monástico de San Pedro.

El aspecto externo del edificio es cautivador y su notable dimensión expresa su esplendor pasado. Tiene planta de cruz latina, ábside semicircular y un singular pórtico occidental. Varios arcos de medio punto ciegos cubren el cuerpo de la nave junto a recios contrafuertes que refuerzan su poderío. El acceso por la zona de los pies destaca por el bello tímpano con el tradicional crismón. El templo, junto con la bella localidad de Siresa alrededor, conforma uno de los conjuntos urbanos más singulares de toda la Jacetania. La tradición asegura que en la pila bautismal fue bautizado el monarca aragonés Alfonso I el Batallador.

Ansó local_hotel

Alojamiento

Camping

restaurant

Restaurante

Ansó es un pueblo monumental, ejemplo vivo de la arquitectura popular pirenaica. Esta localidad posee uno de los cascos urbanos mejor conservados del Pirineo aragonés. Declarado Conjunto Histórico, Bien de Interés Cultural e incluido en la lista de los pueblos más bonitos de España, sus casas de arquitectura definida cuentan con una profusión de galerías, balconadas, arcos dovelados y chimeneas típicas que coronan los anchos tejados de teja ansotana.

De entre sus casas y calles, que nacen de la piedra recogida del río, destacan un torreón medieval del siglo XIV y la iglesia parroquial de San Pedro (siglo XVI). Los ansotanos han sabido conservar sus costumbres y tradiciones y prueba de ello es la vestimenta, una de las más ricas y variadas de la Península. El traje ansotano es uno de los más antiguos de Europa y seña de identidad del valle. El traje y su historia pueden conocerse en el Museo del Traje de Ansó.

El valle colgado de Aguas Tuertas (con un dólmen megalítico de 5.000 años de antigüedad) o el Ibón de Estanés, de aguas color esmeralda, son dos ejemplos de los espléndidos parajes que podemos admirar en su término municipal.

Foz de Biniés

La Foz de Biniés es un espectacular cañón situado entre Bedún y Ansó que está declarado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y forma parte del Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés.

Esta gran garganta fluvial de unos 5 kilómetros de longitud, ha sido abierta por el río Veral durante siglos a base de erosionar las piedras calizas que forman su cauce. El resultado es un paisaje sorprendente que da lugar a una de las foces más bellas de todo el Pirineo con paredes verticales de más de 200 metros de altura. Bosques mixtos y caducifolios visten las montañas junto con imponentes robledales y encinares. Al pie de la carretera, al norte del barranco en dirección a Ansó, encontramos el mirador de la Foz de Biniés, acondicionado con mesas de madera y con un panel indicativo de las aves que se pueden observar.

Biniés

La localidad de Biniés está situada a la entrada del valle de Ansó, lindando con el de Hecho y Navarra. En su casco urbano destacan dos edificios: la iglesia parroquial de estilo barroco y el castillo-palacio de los Urriés.

La iglesia, dedicada a San Salvador, se compone de una nave con capillas laterales. La torre es de planta cuadrada compuesta por dos cuerpos. El castillo, que se alza dominante sobre un amplio paisaje por el que discurre el río Veral, es de propiedad privada y presenta una planta cuadrangular de reducidas dimensiones en cuyos ángulos se disponen cuatro torres de mayor altura que los lienzos murales que las unen. Este castillo-palacio está considerado como una de las fortalezas bajomedievales más importantes de la comarca.

Berdún local_hotel

Alojamiento

restaurant

Restaurante

El caserío de la villa de Berdún se agrupa sobre la cima de un cerro desde donde se dominan los extensos campos de cereal de la Canal de Berdún. Esta localidad está declarada Bien de Interés cultural del Camino de Santiago. Paseando por sus calles todavía se pueden observar los restos de su antigua muralla, así como una de las cuatro puertas con las que contaba.

Conserva un interesante casco urbano donde la abundancia de blasones y escudos en las casas nos hablan de su importancia en la historia. Magníficas portadas y otros detalles arquitectónicos y decorativos se pueden apreciar en palacetes y casas solariegas como la del Marqués de La Cadena y Esclarín. Entre sus edificios destaca la monumental iglesia de Santa Eulalia. Se trata de una edificación de gran tamaño realizada en piedra y ladrillo a lo largo de diferentes fases constructivas. En el interior destaca la balaustrada del coro y su facistol, alero y sillería, el órgano barroco y el retablo mayor dedicado a Santa Eulalia.

Puente la Reina de Jaca local_hotel

Alojamiento

local_gas_station

Gasolinera

restaurant

Restaurante

Puente la Reina es la capital del municipio que además agrupa a Santa Engracia y Javierregay. Se trata de un moderno núcleo de población que surgió espontáneamente en una privilegiada ubicación en el cruce de carreteras hacia Pamplona, Jaca, Huesca, valles de Hecho, Ansó y también Aragüés del Puerto y Jasa.

Esta moderna aglomeración toma su nombre de un antiguo puente medieval cuyos restos se esconden a un kilómetro aproximadamente aguas arriba del actual. En el mismo solar del barrio moderno, estuvo en tiempos medievales el poblado o villa denominada Osturit o Astorito. Astorito fue sede regia. Los reyes de Aragón poseían allí edificios y propiedades rústicas. Mencionada en el Códice Calixtino, del siglo XII, se consideraba una de las etapas esenciales del Camino de Santiago en Aragón. Donada al monasterio de Veruela, pasó a propiedad de la iglesia jacetana en el siglo XIII, despoblándose posteriormente.

Santa Cruz de la Serós local_hotel

Alojamiento

restaurant

Restaurante

Santa Cruz es una de las localidades de Aragón que mejor ha preservado su arquitectura tradicional, con casas de piedra rematadas con el típico tejado de losas, bellas chimeneas troncocónicas coronadas por los conocidos espantabrujas, ventanas, balcones, tejados… Pero en Santa Cruz no hay que perderse la visita a sus dos templos: la monumental iglesia de Santa María y la iglesia de San Caprasio. Con sus contundentes formas, Santa María es una de las joyas del románico aragonés del siglo XII y su torre campanario de varios pisos, es, sin duda, la más espectacular del románico en Aragón. La iglesia ha pervivido prácticamente intacta, mientras que las diversas dependencias del antiguo monasterio fueron desapareciendo con el paso del tiempo. En la parte baja del pueblo, la iglesia de San Caprasio, es así mismo destacable como prototipo de la variante lombarda del románico del siglo XI.

San Juan de la Peña local_hotel

Alojamiento

restaurant

Restaurante

A pocos kilómetros de Jaca, brilla con luz propia en la nómina de joyas medievales el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña. Visitar este monasterio, escondido bajo una gigantesca mole rocosa, es viajar en el tiempo hasta la cuna del Aragón más legendario. Esta auténtica joya del arte románico es uno de los monumentos más emblemáticos de Aragón por su extraordinario valor histórico y artístico, pues sus muros fueron testigo de los orígenes del Reino.

En su interior, cuya amplia cronología se inicia en el siglo X, destacan la primitiva iglesia mozárabe, el denominado Panteón de Nobles, la iglesia superior, consagrada en 1094 y la bella capilla gótica de San Victorián. Pero, sobre todo, sobresale el bellísimo claustro románico, donde los capiteles representan escenas bíblicas de gran expresividad, y el Panteón Real, de estilo neoclásico y construido en el siglo XVIII. Este panteón alberga hasta 27 tumbas entre las que destacan las de Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I.

Bernués

Bernués está emplazado en una colina sobre el antiguo camino real de Zaragoza a Jaca, al sur de Peña Oroel y de la sierra de San Juan de la Peña.

Típico ejemplo de pueblo-calle, el casco urbano conserva notables muestras de arquitectura doméstica popular como Casa Bisús, casa infanzona del siglo XVII, o Casa Gairín, del siglo XVIII. La iglesia parroquial de San Martín de Tours es un edificio barroco de planta rectangular con los muros revestidos interiormente por estucos policromados que enmascaran lo humilde de su fábrica. Contribuyen a ello los retablos de sus capillas y especialmente el retablo mayor dedicado a la Asunción. Sobre la portada de acceso se encuentran los restos de un crismón románico de procedencia desconocida.