Teruel

Teruel maravilla por su encanto natural y su riqueza artística. En esta bella ciudad, sus monumentos mudéjares fueron declarados Patrimonio Mundial en 1986. Y en 2001 esta declaración se amplió a toda la arquitectura mudéjar de Aragón. Un paseo por el casco histórico nos hace admirar la belleza del mudéjar en todo su esplendor y descubrir que es también la ciudad del Amor, por su historia y sus leyendas, y la capital de los dinosaurios. Quien visite Teruel quedará seducido por las espléndidas torres de San Martín, del Salvador, la iglesia y torre de San Pedro (donde se encuentra el Mausoleo de los Amantes) o la catedral, con su maravilloso artesonado considerado por muchos como “La Capilla Sixtina del arte Mudéjar”.

Pero no todo es medieval en Teruel. El Acueducto de los Arcos está considerado como una de las obras de ingeniería más relevantes del Renacimiento. También se puede disfrutar de una interesante ruta de arquitectura modernista en varios edificios del casco antiguo. El broche de oro de la visita lo pondrá la hermosa Escalinata neomudéjar del Paseo del Óvalo. Y a las afueras se encuentra Dinópolis, el parque paleontológico más grande de Europa y que ofrece divertidísimas actividades para todas las edades.

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Mudéjar Teruel

Teruel es la capital del mudéjar y sus bellos monumentos fueron los primeros que consiguieron en 1986 la declaración por parte de la UNESCO como Patrimonio Mundial. Así se inscribieron en su lista, bajo el epígrafe de "Arquitectura Mudéjar de Teruel", la torre e iglesia de San Pedro y las torres de San Martín y el Salvador y la torre, el cimborrio y la techumbre de la catedral (considerada la “capilla Sixtina” del arte mudéjar). A este elenco debe de unirse la torre más tardía de la Merced y las construcciones neomudéjares de principios del siglo XX, entre las que destacan la hermosa escalinata del paseo del Óvalo y la portada de la catedral.