Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Volverás a pasar por Sarvisé, Broto y Torla y llegarás al espectacular Valle de Ordesa. Ordesa fue declarado Parque Nacional ya en 1918 y desde entonces ha sido un símbolo de riqueza natural y buena conservación. Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, actualmente el Parque Nacional protege todo el entorno del Monte Perdido, abarcando un conjunto de cuatro valles (Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta), que se extienden como brazos alrededor del macizo de Monte Perdido, el macizo calcáreo más alto de Europa que culmina en el Monte Perdido, la tercera cima del Pirineo. Se trata de uno de los lugares más bellos de la península por su óptimo estado de conservación y su extraordinario paisaje de alta montaña.

Todo el Parque Nacional es un gran muestrario de la fauna y flora pirenaica donde la naturaleza es la auténtica protagonista: altas cimas con nieves perpetuas, espesos bosques de hayas y pinos; ríos, cascadas y lagos de aguas transparentes, elevadas praderas de montaña y roquedos vertiginosos con buitres, águilas y quebrantahuesos, suman su belleza a estos maravillosos paisajes alpinos. Un auténtico tesoro para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.

Posición en la ruta

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

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Cuando llegues a este punto de la ruta no debes perderte los elementos imprescindibles que encontrarás a continuación.

Las gradas de Soaso

El Valle de Ordesa propiamente dicho es un espectacular valle glaciar, con una marcada forma de «U» por cuyo fondo el río Arazas va descendiendo en una sucesión de bellas cascadas. Desde la que inicia el valle, en el Circo de Soaso, conocida como la «Cola de Caballo», y que se abre en un abanico blanco que se desliza roca abajo, pasando por las Gradas de Soaso, una sucesión de múltiples cascadas escalonadas, hasta las cascadas del Estrecho y la Cueva, enormes saltos de agua que han labrado toboganes zigzagueantes en la roca caliza.