Huesca / Uesca

Para conocer Huesca, nada como comenzar por la Catedral, edificada sobre la antigua mezquita musulmana en estilo gótico y con un bello retablo renacentista. Enfrente se halla el Ayuntamiento, ubicado en un palacio renacentista aragonés del siglo XVI. A pocos metros se encuentra el interesante Museo de Huesca, que extiende sus dependencias al contiguo palacio románico de los reyes de Aragón. También en el casco antiguo se debe visitar el conjunto de la iglesia y Claustro de San Pedro el Viejo, construido en su mayor parte en el siglo XII, constituye uno de los ejemplos más importantes del románico aragonés. La capilla de San Bartolomé, en su claustro, es también panteón real.

Para completar la visita merece la pena dar un paseo por el céntrico parque de Miguel Servet y recorrer la calle del Coso, contemplar el Casino modernista en la Plaza de Navarra, llegar hasta la Muralla musulmana y, finalmente, reponer fuerzas en sus zonas de tapas y saborear su afamada repostería. Cerca de la ciudad destaca al este la silueta rotunda del castillo de Montearagón.

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Catedral de Huesca

Fue construida entre los siglos XIII y XVII, sobre el emplazamiento de la mezquita árabe. En el exterior destaca su gran portada gótica profusamente esculpida y protegida por un gran alero típico aragonés tallado en madera. La torre de la fachada es de base cuadrada y remate octogonal. La catedral posee una planta de tres naves con crucero y ábside. Las naves laterales, de menor altura que la central, albergan 14 capillas. Una de las piezas más valiosas es su altar Mayor, una gran obra de alabastro de estilo renacentista en el que se representa la Pasión de Cristo.